Cómo reducir el consumo de los frigoríficos en verano
La llegada del calor suele repercutir en el consumo de los frigoríficos, electrodomésticos que permanecen encendidos las 24 horas del día. Con lo cual, es lógico que preocupe el consumo del frigorífico en verano, del que también depende la correcta conservación de los alimentos.
En Kyoto Electrodomésticos , una buena opción para encontrar ofertas de frigoríficos de las marcas más destacadas, dan una serie de consejos para reducir los incrementos en la factura de la luz como consecuencia del uso de este electrodoméstico.
Pasos para controlar el consumo de los frigoríficos
- Intentar abrirlo lo justo y necesario: así se evita la pérdida del frío y que la temperatura interna aumente. En este sentido, hay que prestar especial atención al congelador. Una forma de guardar con rapidez los alimentos, es hacerlo de forma ordenada y organizada, para así encontrarlos con facilidad cuando se vayan a consumir.
- Evitar guardar demasiados alimentos: si se sobrecarga el frigorífico, el frío no se podrá repartir de forma homogénea, afectando a la óptima conservación. En el caso de que por el contrario, esté vacío, la colocación en su interior de botellas de agua ayudará a mantener la temperatura constante.
- Colocar correctamente los alimentos: es importante dejar algo de espacio detrás de las paredes internas para que pueda circular el aire. Los alimentos hay que colocarlos en función de sus necesidades de conservación o necesidades de frío. La zona más fría del frigorífico se localiza en la parte inferior, y está indicada para congelar con rapidez la carne y el pescado. Es igualmente recomendable que los alimentos no estén pegados a la pared trasera, ya que es húmeda y puede formarse escarcha.
- Ubicar el frigorífico en la parte más fresca de la cocina: que no se encuentre cerca del horno, cocina, radiador o luz solar directa. Conviene dejar un espacio de al menos 10 cm entre la pared y la parte trasera del frigorífico.
- Regular correctamente la temperatura: seleccionar una temperatura muy baja cuando hace mucho calor, puede ser un error que aumenta el consumo de energía. La temperatura más adecuada se sitúa en torno a los 4°C, y hay que tener en cuenta que por cada grado por debajo el consumo aumentará un 5%, que podría llegar a congelar los alimentos.
- Evitar guardar alimentos calientes: pueden provocar un choque térmico que incrementará el consumo de energía, y puede afectar a la conservación de los alimentos.
- Realizar mantenimiento periódico: comprobar el buen estado de las juntas de goma y limpiar el condensador de la parte trasera del frigorífico.
- Descongelar periódicamente: hay que hacerlo cuando se forme una capa de hielo de más de 5 mm de grosor. Un buen momento para descongelar es antes de irse de vacaciones de verano, y dejar el frigorífico desenchufado y con la puerta abierta.