Cómo transformar la cocina de butano a gas natural
Transformar una cocina de butano a gas natural es un recurso más frecuente de lo que parece, o al menos numerosas personas intentan llevarlo a la práctica. Sin embargo, no pocas finalmente no se atreven a realizar la transformación, ya que piensan que es algo muy complicado.
En realidad, transformar la cocina de butano a gas no es tan difícil como parece disponiendo de una serie de herramientas y siguiendo unas pautas. Vamos a verlas.
Herramientas para transformar una de cocina de butano a gas natural
Sorprendentemente, únicamente se necesitan dos:
Inyectores: comúnmente conocidos como chiclés, deberán ser de las mismas dimensiones de la cocina de butano que se quiere transformar. Prestar especial atención al diámetro exterior, que debe ser idéntico, ya que el orificio interior es bastante más grande en el gas natural. mucho más grande que el del gas butano).
Llave de tubo nº 7 hexagonal: las llaves de tubo son herramientas huecas ideales para la extracción o el montaje de tuercas o tornillos con cabeza hexagonal o con dientes múltiples. En el caso que nos ocupa, la llave de tubo sería una nº7 hexagonal.
Pasos para la transformación
Partiendo de la base de que es preferible encargar la tarea a un profesional especializado, en el caso de estar capacitado para hacerlo uno mismo hay que seguir los siguientes pasos:
- Comprobar que el edificio dispone de instalación de gas natural
- Retirar los fogones.
- Usando la llave de tubo, sacar los inyectores. En el caso de tener dificultad para acceder a ellos, revisar si la encimera incorpora tornillos laterales. En caso afirmativo hay que desenroscarlos y levantar la placa de metal, de este modo podrá accederse a los inyectores para retirarlos. .
- Sustituir los inyectores o chiclés de butano por los de gas natural.
- Volver a colocar la placa de metal en el caso de haberla retirado previamente.
- Para acabar, volver a colocar los fuegos.
¿Cómo realizar la operación inversa?
Esto es: transformar la cocina de gas natural en gas butano. En este caso únicamente hay que dar los mismos pasos comentados anteriormente, con una pequeña diferencia. Se trata de los chiclés o inyectores, cuyo orificio interior deberá tener un diámetro más pequeño que los del gas natural.
También se requerirá una bombona, un regulador y una goma flexible de la que habrá que comprobar la fecha de caducidad para evitar fugas de gas y mantener las buenas condiciones.