Estufas cataliticas, estufas que no contaminan

A partir de noviembre inclusive llega el momento de pasar revista a la calefacción de casa y plantearse nuevas opciones. Una de ellas son las estufas cataliticas,  basadas en un  proceso de descomposición de moléculas complejas que acelera las reacciones químicas.  EL uso mecánico de la  catálisis se utiliza en coches, calefactores  y estufas catalíticas,  para frenar las emisiones tóxicas. Por este motivo se dice que las estufas cataliticas no contaminan.

Las más populares incorporan una placa delgada de platino que es el componente activo para acelerar la reacción química. Esta placa de platino se calienta eléctricamente a más de 150 grados C, y lo hace de manera uniforme generando energía a modo de calor. 

La estufa catalítica libera propano al alcanzar una temperatura umbral. Cuando la superficie de platino se ha calentado de manera uniforme permite la dispersión del gas. Simultáneamente, el aire que viene desde fuera del convertidor catalítico también se expande a través de la superficie del calentador mezclándose  con el gas propano.

Estufas catalíticas de leña  y no catalíticas: diferencias

La cantidad de partículas que pueden liberar las estufas de leña están reguladas  por la agencia de protección ambiental (EPA). Las partículas de ceniza están con los restos de carbón de leña, que fluyen de las chimeneas formando parte del  humo. Entonces, y para  cumplir con el reglamento de la EPA, los fabricantes de estufas de leña decidieron emplear dispositivos catalíticos para reducir la emisión de partículas contaminantes. Las estufas de leña pueden utilizar dispositivos catalíticos o no catalíticos.

Las estufas de leña catalíticas son las variedades más conocidas para minimizar las partículas contaminantes de la leña. En un principio, los fabricantes crearon estas estufas de leña instalándoles convertidores catalíticos, cumpliendo así con los estándares de la EPA sin necesidad de cambiar el diseño de forma drástica.

Los convertidores catalíticos de estas estufas están hechos de materiales  que absorben el calor del fuego de la leña hasta que brillan al rojo vivo. Ayudan a atrapar partículas de la materia que se está ardiendo mientras está en el interior de la estufa.

Las estufas de leña no catalíticas utilizan chorros de aire directamente sobre la materia en llamas, al mismo tiempo que las alimentan con oxígeno. 

La  eficiencia energética y mantenimiento

Las estufas  de leña catalíticas, como las que pueden comprarse también online en Bazar el Regalo  normalmente consumen un 10% menos de energía que una estufa no catalítica de idénticas dimensiones. Es posible gracias a los convertidores catalíticos, capaces de irradiar su propio calor separándolo de las llamas. Esto supone que se necesita menos cantidad de leña para consumir. Sin embargo, las estufas de leña no catalíticas necesitan más combustible para proporcionar la misma intensidad de calor, porque  queman la leña con más rapidez. 

El mantenimiento de las estufas catalíticas implica sustituir el convertidor de cada tres a seis años, dependiendo del modelo de estufa y el uso que se le dé.  Dependiendo de la frecuencia de uso de la estufa, su convertidor  durará más o menos tiempo. 

En su segunda juventud ha descubierto la pasión de escribir. Cuando no se pierde entre fantasías futuristas y pesadillas infernales se dedica a divagar sobre cualquier tema que llame su atención. ¡Todo lo parece interesante! Y es que un escritor puede encontrar la inspiración en las fuentes más inesperadas...