LAVAVAJILLAS: CÓMO MANTENERLO LIMPIO

Los lavavajillas están presentes en muchos hogares españoles.  Los lavavajillas debido a su practicidad y fácil instalación son ideales para lavar todo tipo de loza, plaqué, vasos y cubiertos de uso común. 

Este electrodoméstico necesita una serie de cuidados para alargar su vida útil. Es importante que limpiemos el interior del lavavajillas cada cierto tiempo para que funcione correctamente.  

Debido a los restos de comida, la grasa y la cal e impurezas de la propia agua, también se ensucia, empieza a oler mal e incluso puede llegar a fallar. Por este motivo, realizar una limpieza periódica de este electrodoméstico es algo muy importante. 

Cómo limpiar un lavavajillas adeucadamente

Retirar la suciedad más gruesa

Antes de poner en marcha el lavavajillas, es importante retirar los trozos de comida más grandes con una servilleta o debajo del grifo. 

Actualmente, los lavavajillas más modernos regulan la cantidad de agua en función de la suciedad que detectan en los platos. 

Limpiar el filtro

El filtro del lavavajillas se encuentra en la zona inferior de la cubeta interior del electrodoméstico. Antes de extraer el filtro del lavavajillas y limpiarlo, se recomienda quitar el  carro o bandeja inferior para mayor comodidad. 

La limpieza del filtro del lavavajillas es muy fácil de realizar, solamente se tiene que agarrar la parte superior del filtro, girar ligeramente y tirar hacia arriba para extraerlo. 

Es de vital importancia limpiar el filtro del lavavijllas, ya que es el lugar donde se acumula la mayor parte de la suciedad y los restos de comida en el lavavajillas. Para ello, se mezcla agua y unas gotas de jabón para platos. Para una limpieza mayor, se añade un poco de bicarbonato de sodio.

Limpia las aspas

Las aspas o brazos del interior del lavavajillas también acumulan grasa y suciedad por lo que es recomendable limpiarlas. 

Hoy en día existen modelos en los que las aspas se pueden desmontar para abrirlas por la mitad y limpiarlas cómodamente por dentro. En otros únicamente las podemos desmontar de la máquina. 

Si no se pueden desmontar, introdúcelas en un barreño con agua muy caliente y después ponlas bajo el chorro de agua del grifo para que salga la suciedad de su interior, haciendo que el agua entre por los agujeritos. 

En ambos casos es muy importante que las dejes secar antes de volver a introducirlas en el lavavajillas.