PLACA DE COCINA INDUCCIÓN VS VITROCERÁMICA
A la hora de componer nuestra cocina uno de los puntos más «fáciles» de resolver es la elección de electrodomésticos. Buscamos el que mejor se adapte a nuestro bolsillo y también a nuestras necesidades, pero sobre todo tenemos que encontrar uno con un bajo consumo. Combi, lavadora, microondas, lavavajillas… no son demasiado difíciles de elegir ¿y la placa…? Con la placa la cosa se complica un poco. Básicamente, la complicación deriva de las opciones que nos ofrece el mercado. Inducción o vitrocerámica son dos opciones con las que podemos toparnos. A pesar de que entre ellas no existe una gran diferencia de precio sí hay otros aspectos que las distinguen.
Placas de inducción
Son las más modernas, por lo tanto, más caras. Aunque su aspecto es parecido al de las placas vitrocerámicas normales, se distinguen de estas por el funcionamiento y las ventajas que ofrecen. Las placas de inducción funcionan a través de la generación de un campo magnético que en contacto con un recipiente metálico, hace que este se caliente. La diferencia es que se calienta el recipiente, sin embargo, la placa no genera calor residual, un calor que no podemos aprovechar.
Se basan en la ley de Faraday, al ser más eficientes permiten ahorrar energía y dinero. Además, son más seguras, puesto que no nos podemos quemar si ponemos la mano encima. Entre sus ventajas destacamos los siguientes puntos:
- Tardan menos en calentar.
- Gastan menos energía.
- Son más seguras, pues solamente calientan el recipiente mientras el cristal permanece frío.
- Son más fáciles de limpiar.
- Son programables
Como en todo, las placas de inducción también tienen algunos inconvenientes, como por ejemplo:
- Es la opción más costosa económicamente.
- Únicamente se pueden usar con determinado tipo de menaje compatible.
- Si nuestra cocina está basada en guisos tradicionales, no es la opción más indicada
Placas de vitrocerámica
Es el tipo de cocina que podemos encontrar con más frecuencia. Este tipo de placa ¡se basa en la generación de calor por medio de unas resistencias eléctricas situadas bajo el cristal vitrocerámico. Estas resistencias calientan el cristal y este transmite su calor al recipiente que colocamos encima. A diferencia con la de inducción el calor no solo afecta al recipiente, sino a todo lo que pongamos sobre el cristal. Por lo tanto, nos podemos quemar hasta un rato después de haberla apagado. Las placas vitrocerámicas presentan una serie de ventajas:
- Son más baratas que las cocinas de inducción.
- Son compatibles con gran cantidad de recipientes por materiales, soporta por igual el hierro, el barro, el aluminio, etc.
- Conservan bien el calor residual así que podemos apagarlas y seguir guisando con el calor que queda.
De la misma manera que las de inducción también vamos a conocer cuáles son las desventajas que ofrecen:
- Tardan más en calentarse y enfriarse
- En función de lo anterior consumen más electricidad y al precio al que está la luz…
- Hay que limpiarlas con productos especiales para que no se rayen.
Ahora que ya sabemos las cualidades y características de unas y de otras tan solo queda decidirse por cuál se ajusta mejor a nuestras necesidades.