RADIADORES DE CALEFACCIÓN. CÓMO LIMPIARLOS

Cuando hacemos limpieza en el hogar damos un repaso a todo el mobiliario, el suelo, las puertas, las ventanas, los radiadores. Un momento, ¿Los radiadores? ¿Eso que está situado en las paredes de casa y que son de color blanco? Sí, eso, los radiadores. Normalmente, les damos una pasada. por encima y listo, bueno hay quien ni eso, lo digo porque lo he podido apreciar personalmente. La limpieza de los radiadores de calefacción es tan importante o más que la limpieza de cualquier otro aparato de casa.

Gracias a los radiadores podemos estar calentitos en casa durante todo el invierno, para que funcionen correctamente ellos también necesitan una limpieza y un mantenimiento. 

¿Quieres conocer algunos truquillos y consejos de cómo se han de limpiar los radiadores de la calefacción para que queden perfectos? Pues sigue leyendo que te lo contamos enseguida. 

Trucos y consejos para limpiar los radiadores de calefacción

Limpiar los radiadores por fuera es bastante sencillo y creo que eso lo tenemos todos controlado, con pasar un trapo seco de fibra será suficiente. Los trapos de fibra atrapan todo el polvo y los dejarán perfectos. Sí queremos que estén todavía más limpios podemos humedecer el mismo trapo con agua tibia, un chorrito de vinagre y un poco de jabón. Si frotamos bien por fuera los radiadores eliminaremos los ácaros y la suciedad acumulada en el aparato.

Pasemos a limpiarlos por dentro, esto ya es un poco más complicado, pero no imposible. Empezaremos limpiando la suciedad y el polvo acumulado en  los lados y esquinas del radiador. ¡Atención truco! Utiliza un secador de pelo y apunta directamente al radiador con el secador, polvo y residuos caerán y podremos recogerlos más  fácilmente. Ten cuidado con la parte que está pegada a la pared. El poco espacio que hay hace que sea una de las zonas  más difíciles de limpiar y que más se ensucian. Para este caso podemos usar la boca más fina de nuestro aspirador. Si tienes una máquina de vapor lo tendrás mucho más fácil, vigila que no quede ninguna parte húmeda para que no se pique el radiador.

Si no dispones de aspiradora ni de máquina de vapor puedes emplear un palo fino y alargado envuelto en un trapo de fibra. Lo moveremos por el interior del radiador para sacar todo el polvo. En muchas tiendas puedes encontrar unos cepillos alargados y  finos especiales para poder acceder a todas esas zonas más difíciles.

En un recipiente haremos una mezcla de agua tibia, vinagre, bicarbonato y un poco de jabón. Esta mezcla simplemente la pasaremos con cuidado por todos los recovecos del radiador frotando ligeramente. Terminado este paso solo nos queda secarlo todo bien y quedarán como nuevos. 

En su segunda juventud ha descubierto la pasión de escribir. Cuando no se pierde entre fantasías futuristas y pesadillas infernales se dedica a divagar sobre cualquier tema que llame su atención. ¡Todo lo parece interesante! Y es que un escritor puede encontrar la inspiración en las fuentes más inesperadas...