LAVAR A MANO O CON LAVAVAJILLAS

Damos por hecho que si lavamos a mano la vajilla sucia gastamos menos que si utilizamos el lavavajillas. Esto lo suponemos porque al lavar a mano creemos que no gastamos luz, pero, ¿y agua? ¿Sabemos a ciencia cierta la cantidad de agua que consumimos? Y no solo eso, cuando sale agua caliente de nuestro grifo para lavar los platos estamos consumiendo energía eléctrica.

Hasta quizá no hace mucho tiempo lavar a mano estaba considerado como más ecológico. No obstante a día de hoy tenemos en el mercado lavavajillas eficientes y ecológicos que cuidan del medio ambiente. Sabiendo que el tema del cuidado del medio ambiente está bastante cubierto centrémonos en el tema del ahorro. ¿Qué sale más a cuenta lavar los platos a mano o emplear el lavavajillas?

Si lo traducimos todo a números podemos decir que el lavavajillas resulta más económico que el método tradicional de lavar a mano. Según estudios realizados el pasado año el consumo de agua en el fregadero es de 88,8 litros diarios de media. Esto supone un 26% del gasto total de agua en el hogar. Tras instalar un lavavajillas, el consumo al día resulta bastante inferior bajando a los 54,2 litros. Por tanto, estamos ahorrando 30,6 litros de agua diarios frente al lavado a mano, de los cuales 27,4 litros por día serían de agua caliente.

El gasto de un lavavajillas de mayor eficiencia energética consume aproximadamente:

  • Agua. Unos 12 litros por cada lavado.
  • Electricidad. Alrededor de 1kWh, lo que equivale a unos 0,17€, dependiendo de la tarifa de luz que se aplique.

Si tenemos en cuenta todo lo mencionado hasta ahora es fácil deducir que el uso de un buen lavavajillas es mucho más eficiente. Conozcamos que más ventajas ofrece este electrodoméstico.

Ventajas de utilizar un lavavajillas

  • El ahorro de agua es el principal beneficio de estos sistemas. Pero no solo ahorramos agua, también ahorramos algo que vale mucho y es nuestro tiempo. Los lavavajillas ofrecen la posibilidad de lavar todos tus utensilios en una misma carga.
  • Aunque suene incongruente, el lavavajillas es una excelente opción para ahorrar energía. Contrariamente de ser dispositivos eléctricos su consumo es menor en comparación con los calentadores de agua tradicionales.
  • El agua caliente del lavavajillas elimina gérmenes y bacterias propias de las suciedades que dejan los desperdicios de alimentos que se encuentran en la vajilla. Esto nos asegura una mayor higiene y salud para los nuestros.
  • Disminuyen los problemas de la piel especialmente en las manos, ya que estas no se exponen a agentes como lejías, detergentes, etc.

Si aún quieres ahorrar más usando el lavavajillas sigue estos pequeños consejos:

  1. Elige siempre los más actuales y con mejor clase energética, estos apenas consumen 1.3Kw/h. ahorrarás agua y energía eléctrica consumida. 
  2. Coloca carga llena en el lavavajillas y elige la opción de lavado óptimo. La mayoría disponen de programas ECO proporcionando un ahorro aproximado de 20% de energía eléctrica y 16% de consumo de agua.
  3. Evita enjuagar con agua previamente la vajilla antes de meterla al lavavajillas. La suciedad se puede retirar con espátula o servilletas.

Soñadora e idealista pero con los pies en el suelo y con una visión muy clara de la realidad. Quizás sea toda una paradoja en sí misma que traduce en una insana curiosidad por todo lo que la rodea.